MI PRIMER AMOR
Apocalipsis 2:1-5
                  En estos tiempos de cambio, de ciencia y tecnología a veces se nos es fácil mecanizarnos también.  ¿Será que es más fácil adaptarnos a todo lo que vemos, oímos o lo que tocamos que lo que sentimos?, o ¿Es que nos volvemos conformistas al pensar que todo puede seguir igual en un ámbito de rutina?
A veces es más fácil realizar las cosas tan solo por obligación o deber, pero…….por un momento pongamos a pensar y verán que esto a la larga cansa, debilita, aburre. Y ahora preguntémonos: “¿Cuántas veces hemos ido a la iglesia, orado, hemos leído la palabra tan solo por obligación, por rutina?, ¿Por el simple hecho de que eres cristiano?”
Quizás nos parecemos a la iglesia de Efeso, (te invito a tener una biblia a la mano y vayas leyendo los versículos uno a uno)
(Apoc 2:2) Yo  conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos;
(2:3) y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado.
En esta porción de la palabra del Señor nos podemos dar cuenta que la iglesia de Éfeso hacía buenas obras, era una iglesia trabajadora y con mucha paciencia. Seguro era una iglesia que le gustaba ayudar a los pobres, que le gustaba hacer grandes talentos para apoyar la obra del Señor. Y pacientemente se animaban y se motivaban a seguir adelante unos a otros.
Era una iglesia justa también ya que no podía soportar a los malos, esto nos da a conocer que eran una iglesia con un gran celo por lo santo, una iglesia que no permitía que un adultero, fornicario, idolatra, mentiroso ocupara el lugar santo para ministrar al pueblo. Quizás era una iglesia que cuando veía que un hermano estaba incurriendo en alguna falta hablaba con él para motivarlo o exhortarle a dejar su mala manera de vivir, seguro era una iglesia que hasta días de evangelización también tenía.
 Era una iglesia sabia ya que probaba a los que decían ser apóstoles y los encontraba en su falta. Seguro no se dejaban llevar por lo que los demás decían, sino ellos mismos observaban la forma de vida, el testimonio de todo aquel que decía ser apóstol.
Así mismo era una iglesia que había sufrido. Recordemos que en los tiempos de la iglesia de Efeso nuestros hermanos sufrían persecución a causa del evangelio. Pero por medio de estas pruebas ellos mostraban su paciencia, perseverancia y amor por el evangelio. Y nuevamente nos marca lo mucho que Dios valoraba su trabajo y su constancia en su caminar en el evangelio.
Ahora, preguntémonos ¿poseemos las mismas cualidades que la iglesia de Efeso?
Analicemos las cualidades:
·         Buenas obras.
·         Arduo trabajo y paciencia.
·         Celo por lo santo.
·         Sabios.
·         Sufridos.
·         Pacientes.
·         Trabajadores
·         Constantes.
 
¿Acaso no poseemos estas cualidades? Si poseemos estas cualidades pareciera que todo marcha bien en nuestras vidas ¿o no? ¡Tenemos grandes cualidades!
Pero,  ¿por qué será que Dios dice que a pesar de estas grandes cualidades que poseía la iglesia de Efeso tenía algo contra ella?, ¿ Esto que demandaba Dios de la iglesia no nos será demandado a nosotros hoy en día también?¡ Claro que si! porque Dios sigue siendo el mismo de ayer, el mismo que habló a la iglesia de Efeso nos habla hoy en día también.
Increíble que en esta iglesia, donde todo parecía ser perfecto hubiese algo que demandaba Dios. Tenía algo contra ella, algo muy importante, algo que le daba sentido a todo lo que hacían, algo que hoy en día Dios aún sigue demandando de nosotros como pueblo de Dios.
Apocalipsis 2: 4 “Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor”.
Si, esto importante que Dios aún sigue demandando de nosotros es ¡¡¡ nuestro primer amor!!!
El amor es uno de los sentimientos más hermosos que todo ser humano pueda experimentar. Cuando hacemos las cosas primeramente por amor y no por deber u obligación es cuando podemos darle el toque especial a lo que realizamos y así mismo aprendernos a disfrutar cada una de las actividades que realizamos también.
Según el diccionario, el amor es un sentimiento que mueve a desear el bien a una persona o cosa.
Muchas veces permitimos que nuestras acciones u actividades estandaricen nuestras vidas y la convierta en una rutina nada más, quizás hemos sido muy trabajadores en la obra, constantes, hemos estado en todos los cultos, veladas de oración, ayunos, días de oración, etc. Hemos hecho grandes obras de caridad, ayudando en la comunidad donde vivimos, a los necesitados, a la viuda o al huérfano. ¿Pero hemos hecho todo esto sin dejar a un lado a nuestro primer amor?, o hemos hecho todo esto pensando en nuestro bien nada más, por sentirnos superiores a los demás, por considerarnos los más sabios o  por quedar bien con el hnito. la hnita, el pastor, mamá, papá y la congregación.
Es tiempo de volver a nuestro primer amor. Volvernos a nuestro primer amor implica volvernos a nuestro Dios porque Dios es amor(1 Juan 4:8 “EL que no ama no ha conocido a Dios porque Dios es amor).
Volvernos a nuestro primer amor significa que prestemos atención a lo esencial, ¡a Dios!, es permitir que abunde en nosotros ese sentimiento tan especial que nos mueve a desear el bien de nuestro Dios siempre, agradándole en todo. Lo primero es algo nuevo para nuestras vidas y por consiguiente algo que causa mucho interés por conocer o realizar para el mismo. Sintámonos día a día interesados por conocer más y más de nuestro Señor, por servirle. ¡Sí!,  quiere Dios que estemos siempre amándole como el primer día en que le conocimos.
 
Así como el que ama siempre va a buscar el alegrarle el corazón a su ser amado, el que ama, busca la manera de hacerle saber, de hacerle sentir a la persona amada lo especial que es para su vidas. Aprovechemos las oportunidades que tenemos día a día para alegrar el corazón de nuestro primer amor, no caigamos en la monotonía de hacer lo que hacemos tan solo por obligación o deber.
Si hemos perdido el sentido de lo que hacemos en servicio a Dios es momento de volvernos a nuestro primer amor. Analizar y razonar de donde hemos caído tal como lo dice: Apocalipsis 2: 5 “Recuerda, por tanto, de donde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré el candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido.
Hagamos nuestras primeras obras, esas obras que las hacíamos tan solo por amor a Dios sin esperar una recompensa por ello. Volvamos a depender total y absolutamente de nuestro Dios.
¡Hagámoslo ahora!, antes que quite el candelero de lugar, lo cual significa que desde el primer momento en que recibimos a nuestro primer amor en nuestro corazón Dios nos otorgó un candelero lo cual es el espíritu santo. No contristemos al espíritu santo porque es nuestro guía.
Volvamos hoy a nuestro primer amor antes que el espíritu de Dios sea retirado del lugar privilegiado en el cual está, porque si esto sucede nos será mucho más difícil encontrar el camino para llegar a nuestra morada eterna en estos tiempos tan difíciles que estamos viviendo actualmente.
 
¡¡¡¡¡¡Es tiempo de volver hoy a muestro primer Amor!!!!!!   J
 

Iglesia Cristiana Evangélica Pentecostés Monte Horeb

CALLE.LAGUNILLA S / N.
SANTA TERESA DE JESÚS
TEHUANTEPEC OAXACA
SERVICIOS

MIERCOLES : 6:00 PM
VIERNES DE DAMAS : 5:00 PM
SABADO DE JOVENES 18:00

DOMINGO
ESCUELA DOMINICAL 10:00 AM
Y
Culto GENERAL 18:00
www.servicont.com Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis